Cuando volvía de Barcelona de entregar una portada para el Kiss Cómix, el tren en el que viajaba se detuvo por culpa de una tormenta eléctrica. Esperamos allí varias horas hasta que un autobús nos recogió. Me puse a pensar en historias de miedo, en Dracula y el juego que Bram Stoker había hecho a partir del personaje real de Blad el empalador. Me preguntaba si se podría hacer algo así con otro personaje. Quería buscar un personaje real del mundo del arte. Encontré a un artista, excéntrico, que vivía en una casa junto al cementerio en un pueblo de difícil acceso y que además, como el mismo decía, necesitaba de su tierra natal para vivir y crear.